Un seminario organizado por el Proyecto "El Sol" reunió a 50 expertos y empresarios cuya expectativa es incluir este tipo de energía en los planes masivos de vivienda. Fue un evento promovido por instituciones como ENERGETICA, la Windkraft Simonsfeld, la Agencia Austriaca para el Desarrollo, la Organización de las NNUU para el Desarrollo Industrial y el Viceministerio de Ciencias y Tecnología
Rolando Carvajal – Energy Press Su costo es relativamente bajo, pero está disminuyendo mucho más todavía, con un subsidio que ya comienza a ser realidad. Es una energía limpia. Puede contribuir a un sustancial ahorro en las cuentas nacionales y familiares. Y al suministro óptimo del fluido eléctrico, es decir, a la eficiencia energética contra los apagones y restricciones del servicio.
Con todas esas ventajas, ¿por qué hay en todo el país sólo 4.000 unidades de sistemas termosolares (STS), una cantidad bajísima frente a los indicadores mundiales? La respuesta para el ingeniero Miguel Fernández, de Energética, una institución de desarrollo civil asentada en Cochabamba, consiste en tres tipos de barreras: informativas, financieras y técnico-políticas.
Concretamente, asegura que la energía solar acumulada en paneles generalmente colocados en los techos y usada para producir agua caliente, “es un misterio”, al tiempo que su financiamiento convencional es problemático y falta bastante para que los proyectos sean parte de los planes de vivienda.
Estimaciones del Proyecto "El Sol" muestran que actualmente se comercializan en el país poco más de 400 sistemas termosolares por año, la mayor parte en viviendas, cuando el potencial es de 200 mil unidades, una cifra mínima aún, si se tiene en cuenta que hay en Bolivia unos dos millones de hogares.

“Hay una alta radiación solar y aplicaciones; las restricciones actuales en el país son un factor importante que entorpece su desarrollo, falta avanzar”, dice el representante de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), César Sevilla.
“En áreas rurales hay alta demanda en especial en las alturas, y se ha dado mucha penetración en las áreas rurales, esto involucra el diseño de políticas públicas con participación de las organizaciones, y aquí desearíamos que la relación Estado-Privados sea virtuosa antes que conflictiva”, enfatiza Sevilla, moderador del seminario organizado por el Proyecto Sol y Energética, que reunió a 50 personalidades, instituciones, académicos, empresarios y altos funcionarios.
El objetivo es la discusión del uso de energía solar para calentamiento de agua y uso doméstico a nivel urbano y rural, lo mismo que en emprendimientos comerciales e industriales.
También, generar condiciones para incorporar esta tecnología como parte de las políticas públicas en aspectos de energéticos (energías renovables y eficiencia energética), cambio climático, y soluciones de vivienda.
CALENTANDO EL AGUA
De acuerdo al comportamiento de la demanda, se ha visto recientemente que el Sistema Integrado Nacional (SIN) colapsa por 5 o 6 MW (Megawatts) faltantes, refiere Fernández, cuando se puede ahorrar 20 MW utilizando la energía termosolar, pues tan solo en la ciudad de Santa Cruz se gasta entre 30 y 40 megas en el uso de duchas ya que el calentamiento de agua se lo hace básicamente con electricidad.
“De manera que se puede ahorrar hasta 120 KW mes. La ducha eléctrica juega un papel principal, influye en los bajones de tensión, pero eso podría ser suprimido con las unidades termosolares”, refiere el representante de Energética.
Hoy, la demanda de agua caliente está cubierta sobre todo por electricidad, gas licuado de petróleo (GLP), gas natural y biomasa, recuerda este experto en energías renovables, que en el encuentro presentó el estado de este recurso en Bolivia.
Respecto del potencial, al parecer Bolivia está bien provista: de 4.5 a 8.5 KW hora por metro cuadrado, lo que significa, según los expertos, dos a tres veces más que en Alemania o España, a pesar de que la tecnología es todavía cara.
CASI TODO, PERO…
En cuanto a tecnología hay producción local y pequeñas y medianas empresas (PyMES) que se encargan de ello: lo mismo, se tiene los demás accesorios e insumos: colectores de placas planas, cañerías galvanizadas, termotanques de hasta 2000 litros, hierro, aislamiento sea con fibra de vidrio o poliuretano, en un ámbito donde el modelo es el del “termosifón”.
Fernández confirma que hay 4.000 unidades instaladas en el país, con ventas de hasta 400 al año. “Un STS se paga en seis años, aunque a la fecha habrá más y mejor crédito”, augura.
En conclusión, hay un mercado potencial de hasta 200 mil unidades en el área urbana, una producción local que puede generar empleo en PyMES; la factibilidad de contar con tecnología limpia, y el hecho de que puede registrar un impacto positivo en el sistema nacional de electricidad, lo cual está ligado a la eficiencia energética.
Sin embargo, no todo es color de rosa: hay que generar un mecanismo de intervención estatal para empezar con esta tecnología, dice Fernández. “Un apoyo estatal no sólo con subsidios directos sino con medidas colaterales cono la inclusión de los STS en los planes de vivienda. En todo eso consiste el desafío”.
BARRERAS A LO TERMOSOLAR
Infomativas: No hay referencias ni demostraciones: “es un misterio” que sólo pueden entenderlo las empresas proveedoras, que no son muchas.
Financieras: La inversión inicial es muy alta “nadie tiene mil-dos mil dólares para comparase un STS, menos con esos intereses del 24 o 36% que ofrece la banca especializada, de manera que el crédito convencional no es una solución”, dice el ejecutivo de ENERGETICA.
Tecnológicas: Falta planificadores y estrategias, “no hay cómo agarrar la cola al gato”, es necesario ingresar a los planes de vivienda del Gobierno.
GENERAR INFORMACIÓN

“Bolivia tiene mucha facilidad de captación que se puede volcar para atender a poblaciones rurales, por ejemplo, en Pando donde hay muchas pueblos que no tienen electricidad o es muy cara, porque utilizan gasolina o diésel para generarla, y esto no es sostenible en el tiempo”, añadió en su entrevista con Energy Press, tras inaugurar el evento.
SUBSIDIO

–Nicolas Noël, de Energética
TODAS LAS CONDICIONES

–Florian Mayer, de WKSimonsfeld-AG, Austria.
CAMINEMOS JUNTOS HACIA UN FUTURO SOLAR

– Doris Hammermüller, Agrupación para Energía Renovable, Austria.
EL PROYECTO SOL

También en el desarrollo de una norma para la certificación de eficiencia de esta tecnología, la promoción de tecnología a través de talleres en los 9 departamentos, la difusión de información, afinando ahora un sistema de micro crédito que facilite las relaciones entre la oferta y la demanda.
Se ha visto que el impulso de esta tecnología a gran escala podría tener impactos a través de la generación de empleo en el sector de micro empresas, adicionalmente desplazaría una carga eléctrica intermitente como son las duchas eléctricas, aumentando la eficiencia energética y, finalmente, al ser una tecnología limpia, su utilización significa una reducción de emisiones de CO2, contribuyendo así a la lucha contra el cambio climático.
A nivel estatal están identificadas al menos 3 áreas relacionadas directamente con este tema, tales como Ciencias y tecnología porque la introducción de una nueva tecnología de energía renovable, su certificación y aplicación al desarrollo productivo por parte del Ministerio de Energía es parte de sus desafíos; Energías Alternativas porque el Viceministerio es la cabeza de sector para el desarrollo de las energías renovables, y la eficiencia energética; y finalmente, Vivienda, porque desde el nivel viceministerial esta tecnología puede mejorar la sostenibilidad de los proyectos de viviendas sociales que promueve.