Miguel
Fernández F. - ENERGETICA
1.
Contexto
Las baterías de litio, en sus diferentes
combinaciones, son un equipo de almacenamiento de energía eléctrica, y
actualmente tienen múltiples usos en Bolivia. Con una densidad de energía de
100 – 265 Wh/kg, y una duración aproximada de 1000 ciclos, son pilas que con un
pequeño tamaño, pueden almacenar una gran cantidad de energía (de 3 a 4 veces más
en relación a las baterías de plomo acido tipo automotriz) además de recargarse
más rápido, poder descargarse totalmente y tener un peso relativamente bajo.
El uso más difundido de esta tecnología
de almacenamiento de energía está en teléfonos celulares, computadoras
portátiles, lectores de música, máquinas fotográficas, entre otros aparatos
electrónicos. Sin embargo en los últimos 2 años, se nota una incursión muy
fuerte en sistemas fotovoltaicos llamados “de tercera generación”, donde junto
a innovaciones como el uso de LED para iluminación y microelectrónica para el
control, están desplazando a las características baterías de plomo.
Grandes programa de electrificación rural
en Asia y África que están difundiendo soluciones básicas de iluminación que
utilizan energía solar, están empleando pequeñas baterías de Litio.
En ese contexto, Bolivia tiene las
reservas más grandes de Litio a nivel mundial ( http://wp.cedha.net/) y se encuentra en este momento
desarrollando tecnología para explotar el Litio y fabricar baterías de este
metal. Sin embargo, el penetrar en un mercado altamente especializado como el
de los acumuladores de energía en base a Litio, no es una tarea fácil.
2.
La industrialización del Litio
Los esfuerzos que está realizando el país
actualmente están centrados en lograr una base para la industrialización futura
del Litio; así la fabricación de manera piloto de baterías permite entender y
manejar la tecnología de las baterías de Litio, apoya la formación de recursos
humanos y el desarrollo paulatino de capacidades locales para avanzar en este
campo.
Por otro lado, de acuerdo a informaciones
del Centro de Innovacion del Litio de la Universidad de Chile el valor agregado
entre la materia prima y las baterías de Litio, puede llegar a ser hasta 500
veces a 1, lo cual ratifica la estrategia de la Empresa de Recursos
Evaporiticos, de apuntalar los procesos de industrialización.
En ese sentido, dado que el mercado
automotriz y el resto de aplicaciones electrónicas, por su parte, exigen
baterías con características constructivas especiales, con exigencias de
calidad y performances técnicas que aún se están desarrollando en Bolivia, se
debe asentar la capacidad local de fabricación con productos en los cuales se
pueda tener cierto tipo de control.
3.
El mercado de las baterías de Litio
Al revisar las noticias se dice que Chile
tiene una presencia importante en el mercado de las baterías de Litio, sin
embargo hay que aclarar que Chile aún no fabrica baterías de Litio, y no tiene
presencia en los mercados de Latinoamérica. A fines de 2014 se anunció que
desarrollaron un prototipo en la Universidad de Chile y, de acuerdo a la prensa,
estarían planificando montar una fábrica de baterías de Litio durante 2015. Se
debe tomar en cuenta que, Chile es líder en la producción de Litio como materia
prima, el mismo que es exportado mayoritariamente como carbonato de Litio a
diferentes países como Japón, Corea del Sur, China, Alemania, Estados Unidos y
Bélgica, para la fabricación de baterías.
Escenarios de Evolución de Carros
Eléctricos en 15 años
El mercado de baterías de Litio está
creciendo de manera acelerada en todo el mundo, los últimos años a razón del 10
a 12% anual. Esto implica un mercado en despegue, dada la gran cantidad de
equipos portables que se utiliza (laptops, celulares, cámaras, etc.) de baja
potencia, pero también las aplicaciones en autos eléctricos y, finalmente otras
aplicaciones de potencia media como sería los sistemas fotovoltaicos de tercera
generación.
En ese contexto, la introducción de
productos bolivianos de Litio en el mercado internacional será siempre
compleja, dadas las economías de escala de los otros países, el desarrollo de
una industria relativamente nueva para el país, así como también las exigencias
técnicas y de adaptación constante que va surgiendo en un mercado dinámico como
este.
En todo caso, una presencia boliviana en
el mercado del Litio dependerá de la estrategia que desarrolle la industria
nacional, las alianzas que establezca con productores de electrónica y
equipamiento que utilizan este tipo de baterías y la calidad y precios con los
que se oferten estos productos.
4. Ideas
para un producto de Litio innovador
En perspectiva de iniciar una industria
de baterías de Litio en Bolivia, se debería ver inicialmente el mercado interno
con cierta especialización y en el cual puede existir cierta injerencia directa
del Estado. Es decir antes que salir a competir en el mercado internacional, se
podría asentar la provisión local de baterías de Litio en todas las
aplicaciones que lo requieren.
Así, por ejemplo, la incorporación de
baterías de Litio en todas las Laptops, Tablets y celulares que pretende
ensamblar la industria Quipus, de propiedad del Estado, podría ser una de las
primeras de las demandas a atender.
Pensando en aplicaciones que son más
comunes en Bolivia, como es la electrificación rural basada en sistemas
fotovoltaicos de 50 Wp, que utilizan batería de plomo de 100 Ah; para este tipo
de instalaciones, la batería de plomo podría ser reemplazada por una batería de
Litio de 10 Ah. Mientras la batería de plomo pesa cerca de 30 kg, la batería de
Litio pesaría aproximadamente 0,9 kg.
Evolución de baterías para Sistemas
Fotovoltaicos
Existen aproximadamente 40.000 sistemas
fotovoltaicos ya instalados en viviendas rurales y escuelas, en funcionamiento,
que podrían requerir estas baterías de Litio para su recambio, una vez que
cumplan su vida útil las baterías de plomo acido clásicas que se están
utilizando. Esto supone aproximadamente una tasa de cambio de 6000 a 10000 baterías/año
para empezar.
Por otro lado, existe un mercado
determinado por los sistemas fotovoltaicos para electrificación rural, que
podrían ser perfectamente adaptados para utilizar baterías de Litio. Se prevé
que se instalarán al menos 200.000 nuevos sistemas fotovoltaicos en el área
rural, lo que representa un número igual de baterías de 4Ah a 10 Ah, que
deberían incorporarse al mercado y cuya reposición se daría cada 5 años
aproximadamente.
En todo caso, esta demanda interna
permitiría que una industria naciente de baterías de Litio, pueda ir ganando
experiencia, asentándose y preparándose para ser competitiva en un contexto
internacional.
Ahora bien, si Bolivia se especializara
en la producción de baterías de Litio para aplicaciones fotovoltaicas,
adicionalmente podría expandirse a un mercado regional, donde por ejemplo Perú
instalará en los próximos años 500.000 sistemas fotovoltaicos. No hay que
olvidar que en Latinoamérica y el Caribe existen cerca de 31 millones de
personas sin acceso a la electricidad, y que será en gran mayoría atendidas por
sistemas fotovoltaicos descentralizados (Experiencias con SFV de tercera generación en Argentina, Bolivia y Bolivia. M. Fernandez. 2015)
5.
Conclusiones
No será qué, más allá de ir a pelear un
mercado altamente competitivo y donde hay que establecer alianzas con
productores de automóviles, de electrónica, etc., al dirigir nuevamente nuestra
miranda hacia adentro de Bolivia y su demanda en electrónica, así como hacia la
Bolivia rural dispersa, aislada y no electrificada, no tengamos más bien frente
a nosotros un mercado donde nadie está trabajando con solvencia aún?
De atender estas demandas, podríamos
coadyuvar a resolver los problemas de acceso a la energía para esta población,
pero además se podría dar un salto posicionándonos en un segmento de mercado de
manera ventajosa e inigualable, de manera paralela a explorar los mercados
internacionales más grandes, como el de los vehículos eléctricos.
Quizás se debería al menos explorar este camino
para las baterías de Litio: un camino hacia el Litio Rural!
Cochabamba, Diciembre, 2015