
sección Publicaciones, apartado de "seminarios y talleres", previo registro.
Noticias, comentarios, ideas, opiniones, estudios, informes, etc. sobre los temas de energía, desarrollo y medio ambiente en Bolivia y, sus implicaciones con otros países, escritas en borrador...
Nicolas Noel – ENERGETICA
Los Sistemas Termosolares (STS), a diferencia de las tradicionales duchas eléctricas, proveen agua caliente sin dañar el medio ambiente, con alta eficiencia energética, con mayor economía y confort; características que hacen de ellos una opción que puede ser utilizada ampliamente en los hogares bolivianos.
Factibilidad económica: Un STS que cubra las necesidades de agua caliente de una familia de seis personas requiere una inversión inicial de 1800 dólares, más el gasto de 30 dólares anuales para su mantenimiento. Si tomamos en cuenta que el tiempo de vida útil mínimo de los STS es de 20 años, tenemos que dicha familia erogará la suma de 2400 dólares en ese lapso, lo que equivale a un gasto de 120 dólares anuales o 10 dólares mensuales. En cambio, una familia similar, cuyos integrantes utilizan diariamente la ducha eléctrica (5kW de potencia) por el lapso de 15 minutos, consumirá mensualmente 225 kWh de energía, lo que a un precio de 0,10 $us/kWh, es equivalente a 22,5 dólares por mes, o 270 dólares al año, o 5.400 dólares en 20 años. La comparación realizada muestra claramente la conveniencia económica de esta tecnología en el largo plazo.
Si comparamos los flujos de gasto acumulado por la ducha eléctrica y los STS (Ver gráfico a lado), comprobamos que la instalación de un STS requiere una mayor inversión inicial, pero que se ve equiparada con el gasto en ducha eléctrica alrededor del séptimo año.Dicho de otro modo, una familia que opta por el uso de los STS, aunque al principio realice mayores erogaciones, en el largo plazo gastará menos dinero que una que utiliza ducha eléctrica. En nuestro ejemplo, la familia que utiliza STS, en un plazo de 20 años terminará ahorrando, es decir no gastando, la suma de 3.000 dólares.
Evidentemente, los STS son económicamente más convenientes, sin embargo, una traba importante para su difusión es la elevada inversión inicial que requiere su instalación. Dicha inversión, que oscila entre los 1.000 y 2.000 dólares dependiendo del tamaño y calidad del equipo de que se trate, es una erogación que la mayoría de los hogares bolivianos no puede realizar, aunque la misma sea compensada en el corto plazo y represente un ahorro significativo en el largo plazo.
Instalación y funcionamiento: Se pueden distinguir dos casos típicos de instalación: para una casa unifamiliar de hasta 10 miembros, y para un edificio de varios pisos con múltiples departamentos familiares.
En el primer caso, se recomienda una instalación llamada de termosifón, en el cual el termotanque (el elemento que acumula el agua caliente) se sitúa en el techo. En este caso la circulación del agua se hace de manera natural, aprovechando el efecto termosifón (el agua se calienta en el colector y sube hacia el termotanque por el cambio de densidad).
Requerimientos técnicos:
En el caso de un edificio, el consumo total será bastante grande (miles de litros). Por esa razón es preferible tener un sistema con flujo forzado. Aquí el calentamiento del agua es optimizado gracias a una bomba que se activa por un control electrónico y que hace circular el agua del colector al termotanque cuando las condiciones de radiación solar y de necesidad de calentamiento son óptimas. El uso de la bomba permite ubicar el termotanque donde éste sea requerido, limitando la longitud del tramo de agua caliente, cuya distribución se hará con un sistema de recirculación, impidiendo que los habitantes de los pisos mas lejanos del termotanque tengan que dejar pasar mucha agua antes de recibir agua caliente.
Requerimientos técnicos:
¿Como hacer accesible esta tecnología a las familias bolivianas?
Los beneficios de usar sistemas termosolares han sido validados durante los últimos 2 años por ENERGETICA en el marco del proyecto “El Sol”, que tuvo apoyo de la ADA, Windkraft Simonsfeld y ONUDI. En esta etapa se desarrollaron estándares técnicos, sistemas de promoción, y un mecanismo de micro crédito validado y en actual operación.
Sin embargo el paso mas importante fue que se logro diseñar un nuevo proyectos que tiene como objetivo el introducir 9.000 sistemas termosolares en los próximos años. El proyecto “Difusión de Sistemas Termosolares en Bolivia” (Ver Recuadro); busca articular a fabricantes, instaladores, entidades de microcrédito, e instituciones públicas, a fin de aunar esfuerzos para hacer la tecnología accesible a todos los hogares bolivianos.
El proyecto “Difusión de Sistemas Termosolares en Bolivia” Este proyecto, diseñado por las organizaciones no gubernamentales ENERGETICA (Bolivia) y Myclimate (Suiza), pretende instalar más de 9.000 Sistemas Termosolares (STS) de uso domiciliario en los siguientes siete años. De lograrse la meta propuesta, el proyecto beneficiará a alrededor de 50.000 personas, que mejorarán su calidad de vida. Se trabajará en la clasificación y certificación de sistemas termosolares de acuerdo a las exigencias requeridas por las variadas condiciones climáticas existentes en el país; la capacitación a empresas nacionales del sector en temáticas productivas y administrativas; el sostenimiento de programas de educación y concienciación climática; la creación de un centro de atención al cliente que brinde a los usuarios toda la información sobre equipos, empresas y otros; y la promoción y difusión de sistemas termosolares en Bolivia. La tecnología a utilizarse es la de colectores de placa plana, que captan la radiación solar a través de una placa absorbente por la cual pasa el agua a ser calentada; una instalación típica contiene: un termotanque, un panel colector, una estructura metálica, y un auxiliar eléctrico. Además, y gracias al proceso de certificación que las empresas deberán cumplir para acceder al proyecto, se otorgará una garantía mínima de 5 años para el equipo y de 2 años para operación y mantenimiento. Otra consideración importante es el enfoque dado por el proyecto, pues se espera que el mismo se nutra principalmente de la producción local. Además, se espera que el proyecto contribuya a reducir la emisión de gases de efecto invernadero (más de 30.000 toneladas de CO2e) durante los siete años de vida del proyecto, a reducir la demanda eléctrica en 1,4 MW de potencia en hora pico, y a ahorrar más de 13.000 MWh anuales. |
Cochabamba, Septiembre, 2012
ENERGETICA – Energía para el Desarrollo
En Bolivia, el mercado termosolar se inicio hace aproximadamente 20 años, y actualmente los equipos existentes en el mercado que son de producción nacional, responden a estándares internacionales de fabricación de alta calidad, sin embargo no cuentan con una certificación que avale esa situación.
Ahora, tras un periodo de trabajo interinstitucional de 2 años aproximadamente, llevado adelante a propuesta de ENERGETICA junto al Instituto Boliviano de Normalización y Calidad (IBNORCA), se aprobó la norma de Certificación de calidad del colector y el termo tanque de Sistemas Termosolares (STS) de industria nacional, que avala la eficiencia óptica y térmica de los sistemas de producción local.
La norma aprobada, realiza sus mediciones de eficiencia óptica y térmica del colector de placa plana bajo el principio de utilizar equipos de medición sencillos, pero con rangos de precisión elevados en un ambiente natural con un método cuasi estático, que no exige la recreación de condiciones de laboratorio altamente controladas y por tanto caras en su implementación.
Para el termotanque (TT) se realiza la medición de conservación de calor. Una vez lleno el termotanque con agua caliente, se monitorea su temperatura en tres puntos para calcular la energía perdida durante 24 horas, y tambien las condiciones ambientales; esto permite definir el coeficiente térmico del aislamiento del TT. Cuando se realiza esta prueba además se comprueba la eficiencia del intercambiador, si el equipo lo tuviera, midiendo la temperatura de entrada, salida y del agua interna al TT, posteriormente se realiza el balance energético para definir el rendimiento del intercambiador.
La capacidad de generación de energía del colector, se hace visible en una clasificación que al cliente le permite evaluar el sistema a adquirir, pudiendo comparar varios modelos y elegir el que le parezca más apropiado a sus necesidades. Esta clasificación del colector se muestra en un etiquetaje modelado, el cual se pueden traducir en un valor de energía total por unidad de superficie de colector similar a la lectura de consumo eléctrico. Asi, se espera para un colector de clase A una producción de energía de al menos 103.18 kWh al mes.
En cuanto a la garantía, las empresas proveedoras de Sistemas Termosolares (STS) ofertan sistemas con al menos 5 años de garantía y 20 años de vida útil.
Con esta norma se quiere impulsar la cobertura de la demanda de agua caliente con energía solar en el ámbito comercial, industrial y domiciliario, desplazando sobre todo la electricidad, y a futuro el GLP, el gas natural y la biomasa, contribuyendo a un sustancial ahorro en las cuentas eléctricas familiares, pues, un sistema termosolar que reemplaza a una ducha eléctrica, puede repagarse en un tiempo estimado de 4 A 6 años con el ahorro que proporciona.
Adicionalmente el uso de un STS por una familia compuesta por 4 a 5 personas, al ahorrar electricidad, evita la emisión anual de 600 a 1.000 Kg CO2 al medio ambiente. lo que crea condiciones para incorporar esta tecnología como parte de las políticas públicas en aspectos de energéticos (energías renovables y eficiencia energética), cambio climático, y soluciones de vivienda.
Se espera que con la certificación de los sistemas Termosolares producidos nacionalmente su consumo se masifique, logrando hacer más atractivo para el consumidor este producto, ya que contará con un certificado de garantía y eficiencia, apropiado a las condiciones ambientales bolivianas y adecuado a sus necesidades. Las micro empresas productoras de estos equipos en Bolivia verán fortalecida su oferta y se asegurar la generación de empleo sostenible en este sector. “Ya que, Bolivia tiene todas las condiciones para desarrollar la energía termosolar; materiales, empresas, conocimiento y una radiación como en sitio ninguno y sobre todo demanda de agua caliente, condiciones que permiten un desarrollo en armonía con la naturaleza.”.. (Florian Mayer, de WKSimonsfeld-AG, Austria).
Cochabamba, Agosto, 2012
Autor: Rolando Carvajal – ENERGYPRESS
Memoria del taller internacional sobre los STS.
Mejorar la calidad de la vivienda con sistemas termosolares para calentar el agua destinada a usos sanitarios es uno de los grandes retos que se plantea el sector para llegar a un potencial de 200 mil familias.
Los sistemas termosolares (STS) son equipos que aprovechan la tecnología solar para calentar agua. Hace 20 años varias empresas producen estos sistemas. Pero aunque la tecnología está disponible en Bolivia y representa una ventaja económica de mediano plazo, su uso todavía no está muy difundido.
Estos y otros aspectos del uso de estos sistemas –característicos por los paneles sobre los techos captando la luz solar– fueron tratados en un seminario internacional que en la gestión anterior reunió a medio centenar de instituciones, empresas y expertos para analizar los avances de estas tecnologías en Bolivia.
Los resultados están contenidos en una Memoria del Proyecto El Sol, a la cabeza de Nicolás Nöel, ejecutado por Energética, institución no gubernamental establecida en Cochabamba en alianza con la Windkraft Simonsfeld AG, con soporte de la Agencia Austríaca para el Desarrollo y la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial.
Los expertos consideran que un STS familiar puede repagarse en aproximadamente cuatro años, precisamente con ahorros que genera el dejar de usar ducha eléctrica.
En Bolivia se instalan apenas entre 200 y 300 sistemas termosolares, pero el potencial es de 200 mil hogares, sólo contando el sector residencial, sin tomar en cuenta el industrial ni de servicios.
Se ha detectado que los STS no ingresan a los hogares por cuatro factores: por una parte, desinformación y desconfianza. También porque la oferta es más bien pasiva, sólo responde a la demanda de los clientes. Por otra parte, la inversión inicial es elevada para el nivel de ingresos promedio: se convierte en una barrera que limita la demanda e impide su adopción rápida. Finalmente, no hay políticas públicas y normativas que impulsen la tecnología.
De vencerse estas barreras e introducir la tecnología en los hogares, podría en el mediano plazo generar a las familias ahorros en gasto de energía, sobre todo en sectores con capacidad económica limitada. También disminuiría la presión sobre otras fuentes de energía. Especialmente para el área rural es una solución en zonas donde no hay otras fuentes de energía e incidiría fuertemente en la salud de las mujeres y los niños.
La demanda de agua caliente en Bolivia
En Bolivia la demanda de agua caliente es cubierta utilizando energía eléctrica o gas natural para su calentamiento. Sin embargo, esta situación que se presenta en el área urbana, no se repite en las áreas urbano marginales donde se tiene un déficit de uso de agua caliente, debido al costo de la energía eléctrica, pues el gas natural no llega ahí y usar GLP es más caro aún. En el área rural esta demanda está latente y sin solución ante la falta de fuentes de energía que permitan un uso irrestricto.
Las regiones que mayor demanda de agua caliente tienen por orden de prioridad son las del Altiplano, Valles y Trópico. Por los ecosistemas y la posición geográfica de Bolivia, a partir de los 1.500 msnm la necesidad de contar con agua caliente para usos sanitarios y mejorar la calidad de vida de la población es una necesidad.
No todos tienen un monto grande para invertir
Edgar Terrazas, Energética
La alternativa para romper esa barrera combina el subsidio y el microcrédito, el préstamo, y su devolución en 2 años permite repartir la carga financiera en 24 meses, disminuyendo el impacto sobre los recursos económicos de una familia.
El subsidio ayuda a las familias a disminuir la cuota inicial. La entidad financiera evalúa la capacidad de pago del beneficiario, después de la cancelación de la cuota inicial, se le presta el saldo restante con una tasa de interés baja (9% anual). La garantía del préstamo es el equipo STS, lo que facilita los trámites y libera al beneficiario de presentar otro tipo de garantías.
La empresa de STS hace la instalación del sistema, asegurándose de esa manera que el beneficiario esté en condiciones de cancelar las cuotas mensuales. De no ser así, la entidad financiera tiene el derecho de exigir que la proveedora cumpla sus obligaciones. En caso de incapacidad de pago el proveedor ofrece la recompra del sistema, disminuyendo entonces los riesgos de pérdida de la financiera.
Proyecto “El Sol”
Busca dinamizar el desarrollo de los sistemas termosolares, como tecnología limpia para el calentamiento de agua, haciendo accesible esta tecnología a todas las familias bolivianas, y en especial a segmentos sociales menos favorecidos económicamente.
Los equipos son de industria nacional, y responden a estándares internacionales de calidad. Las empresas proveedoras ofertan sistemas con al menos 7 años de garantía y 20 años de vida útil. Un sistema termosolar que reemplace a una ducha eléctrica, puede repagarse en alrededor de 4 años con los ahorros que proporciona. Adicionalmente, considerando una familia de 4 a 5 personas, evita la emisión de 600 a 1.000 Kg CO2 anualmente.
URBANIZACIÓN, CONDOMINIO, BARRIO
Encontrar familias que quieran instalar en sus viviendas sistemas termosolares, para la producción de agua caliente destinada a uso sanitario. Estas viviendas tendrán que estar agrupadas para que el efecto demostrativo sea visible y relevante.
Las viviendas pueden ser parte de una urbanización, un condominio, o un barrio y los propietarios necesariamente deberán hacer una solicitud colectiva, aunque la decisión sobre el tamaño de los sistemas termosolares a instalar será tomada por cada familia. Sin embargo, si se presentan solicitudes para el apoyo al diseño o instalación de sistemas termosolares en hoteles, albergues, internados, postas sanitarias, hospitales, piscinas o aplicaciones industriales, las mismas también serán atendidas en la medida de los recursos del proyecto.
Las solicitudes que se realicen se clasificarán en tres grupos, en función del tipo de uso, la zona de residencia, el tipo vivienda y el grupo socioeconómico de los potenciales beneficiarios. El proyecto El Sol, apoyará a cada uno de los grupos con lo siguiente:
En los grupos A y B están comprendidas aplicaciones domiciliarias, comerciales e industriales. Mientras que el Grupo C es exclusivamente para familias. Para éste grupo se dispone de recursos para apoyar en total hasta 50 viviendas. El tamaño mínimo del grupo para aplicaciones colectivas será de 15 viviendas.
Para mayor información, se puede descargar los detalles de la convocatoria y el formulario de solicitud en el siguiente correo electrónico: elsol@energetica.org.bo.
Las premisas de los responsables del suministro de electricidad es que se atienda esta demanda con seguridad, calidad, confiabilidad y economía. El asegurar esas condiciones implica que se desarrollen procesos adecuados de planificación del sector eléctrico, asegurando las inversiones necesarias, aparejadas a las previsiones de crecimiento de la demanda.
En la gestión del sector eléctrico boliviano, el Comité Nacional de Despacho de Carga (CNDC) es la entidad responsable de la operación del Sistema Interconectado Nacional (SIN). Cuenta con un sistema de control e información en tiempo real, de vital importancia para esta gestión, pues a diferencia de otros sectores, la energía eléctrica no puede almacenarse, sino que debe consumirse al mismo tiempo que se la genera; por tanto la coordinación entre demanda (consumo) y generación es dinámica y permanente.
Como la demanda varía diariamente, además de estacionalmente, y va incrementándose producto del desarrollo económico y el crecimiento poblacional, el sistema eléctrico debe tener un margen de reserva para atender esas variaciones y ese crecimiento. Así, el margen de reserva se define como la diferencia que existe entre la demanda máxima que se puede alcanzar, producto de la simultaneidad de consumos que se den y, la capacidad de generación que aún tiene el parque generador. Un valor razonable es que este margen sea del 10% de la demanda máxima para la reserva rotante y del 17% ([6]) para la reserva total (fría y rotante).
La Oferta Bruta, es la capacidad instalada de generación a la temperatura horaria (en el caso de la generación térmica la temperatura tiene un efecto importante sobre la producción de energía, por el rendimiento de los motores, a mayor temperatura ambiente, menor rendimiento). Actualmente, esta oferta bruta se encuentra alrededor de los 1.250 MW. Sin embargo no toda ella es aprovechable.
La Oferta Neta, es el resultado de descontar de la Oferta Bruta, la Potencia Indisponible y la Potencia no Disponible por hidrología. Es decir se resta la potencia de generadores que por diferentes razones no pueden entregar energía en ese momento (generadores en mantenimiento, o fallas mecánicas) y también las reducciones de la generación hidroeléctrica debido a los regímenes hidrológicos.
“Oferta neta = Oferta bruta – potencia indisponible – potencia no disponible por hidrología”
Entonces, la oferta neta se la puede pensar como la capacidad realmente disponible de generación que tiene el sistema.
El siguiente dato es la Potencia Generada, que es la potencia efectivamente entregada al sistema para abastecer el consumo de energía. Es decir la potencia generada tiene correspondencia directa con la demanda máxima de energía eléctrica ([7]).
Finalmente, se ve un dato más, la Potencia Sincronizada. Es el resultado de la suma de la potencia generada más la potencia de reserva rotante. Se supone que en todo momento existe capacidad de generación de respaldo en giro (o “rotante”), que puede responder inmediatamente a los cambios en la demanda. Así la reserva rotante es la capacidad excedente que aún poseen los generadores, ya sea porque no funcionan a capacidad plena, o porque son unidades listas a ingresar en operación de manera prácticamente instantánea.
“Potencia sincronizada = potencia generada + potencia de reserva rotante”
Adicionalmente existe la “reserva fría” que serían generadores que no están en funcionamiento, pero que pueden activarse para suministrar energía al sistema. Su activación puede llevar un tiempo determinado por el tipo de central (un motor puede arrancar más rápidamente que una turbina a gas por ejemplo).
“Reserva total = potencia de reserva rotante + reserva fría”
Cuando se produce un apagón porque sube la demanda (y no porque hay fallas técnicas en líneas, subestaciones u otros), significaría que la reserva rotante se agotó. Es decir el consumo superó la capacidad total de generación del sistema y la capacidad de regulación de frecuencia y tensión. Es decir se ha superado el límite de la oferta neta.
En ese sentido, el momento en que la oferta neta es igual a la potencia sincronizada se puede decir que el sistema eléctrico está exactamente en el punto de equilibrio sin seguridad y, cualquier incremento en la demanda podría provocar un colapso. Sin embargo, gracias al monitoreo permanente del CNDC se verifica todo el tiempo esta situación y, cuando se prevé que se llegará al límite el CNDC puede instruir esta vez a las distribuidoras (toda vez que las generadoras ya están funcionando al límite), a tomar medidas destinadas a evitar un eventual apagón.
Las medidas más usuales que se aplican en estas situaciones extremas son la regulación de voltaje en las subestaciones y el alivio de cargas. La regulación de voltaje implica que se ajuste hasta un 3% hacia abajo el voltaje de las subestaciones; es decir de manera indirecta se reduce la demanda. Esto significa que si utilizamos 220 Voltios en la red y nuestras cargas, cuando se efectúa la regulación podemos disponer de 213,4 Voltios; la regulación proporciona un margen de juego de 3% sobre la demanda. Por su parte el alivio de cargas significa sacar alimentadores del sistema; dicho de otra manera, las distribuidoras deben cortar el suministro de electricidad de manera selectiva, hasta llegar nuevamente al equilibrio.
2. La oferta diaria de potencia. ¿Hay reservas en el sector eléctrico?
Una revisión de la información del CNDC sobre el comportamiento de la oferta diaria de potencia muestra que varios días se ha llegado al límite técnico, donde la oferta neta es igual a la potencia sincronizada. Es decir estamos en un equilibrio inestable susceptible de romperse en cualquier instante. Durante el mes de mayo el día miércoles 4 se tuvo la mayor oferta neta total del sistema con 1.163 MW, mientras que el día 9 de mayo, se tuvo el valor más alto de potencia máxima generada de 1.066 MW.
El incremento del margen de reserva es una prioridad, en la cual ENDE a través del plan de emergencia se encuentra abocada a su atención, y quiere incrementar 160 MW a la oferta de potencia. Normalmente los meses de mayor demanda son Agosto, Septiembre y Octubre y la instalación de los nuevos equipos generadores está prevista para el mes de octubre justo al final del periodo crítico. ¿Y si existe un retraso?
Cabe aclarar que en este momento la responsabilidad no sólo se encuentra en el lado de la generación, sino también en lado de la distribución y del consumo. Un plan de contingencia se hace necesario y, al menos, debería consignar los siguientes aspectos:
Iniciar una agresiva campaña de ahorro de electricidad. En este momento, puede ser mucho más rápido lograr una reducción de la demanda que un incremento en la potencia. Sí, adicionalmente se acompaña de una política adecuada de incentivos, una medida de este tipo podría significar el inicio de un verdadero programa de eficiencia energética, dando continuidad al DS No. 29466 de 5 de Marzo de 2008 que crea el Programa Nacional de Eficiencia Energética y que al momento solamente ejecutó el cambio de lámparas incandescentes por eficientes, quedándose sin mayor actividad pública.
Una carga molestosa por ejemplo, son las duchas eléctricas, y en el caso del Oriente varios estudios sobre gestión de la demanda han mostrado indicios que contribuyen de manera sensible a incrementar el pico de la demanda. En ese sentido la restricción voluntaria inicialmente, en el uso de este aparato puede contribuir, mientras se apoya soluciones más estructurales como por ejemplo promover el uso de energía solar para calentamiento de agua de uso doméstico ([9]).
Diseño de un plan estratégico de alivio de cargas. Las empresas distribuidoras deberían elaborar un plan de alivio de cargas que responda de manera estratégica a objetivos sociales, económicos y técnicos y no esperar que suceda la emergencia, para cortar el suministro a lo que en ese momento se considere lo menos importante.
Un plan de alivio de cargas debería responder a criterios básicos que permitan priorizar las cargas de electricidad, respondiendo preguntas como: ¿es más importante proveer electricidad a una industria o a la iluminación publicitaria y ornamental? ¿Sacar de servicio alimentadores rurales, cuáles y porque?; ¿”desenergizar” escuelas, hospitales o centros comerciales? ¿Qué tipo de instituciones tienen generadores de respaldo y en cuales se debería al menos sugerir que los coloquen?
Es decir, que se estructure un plan considerando los costos económicos y financieros de la falta de energía eléctrica en caso de falla. Estudios internacionales, muestran que los costos de falla se pueden encontrar en un rango de 1,5 $US/kWh hasta 5 $US/kWh ([10]). ¿Cuáles son los costos en Bolivia?
Buscar la participación del sector privado. El sector privado empresarial puede tener una capacidad de respuesta muy alta, y en este caso es posible adquirir grupos termogeneradores a gas de potencias medianas entre 2 y 5 MW de tipo “contenedor” que pueden ser instalados en corto plazo, sin embargo para esto es necesario que exista una política definida al respecto, de manera que existan reglas claras de retribución de la inversión y/o tarifas especiales. Aquí la barrera parece ser más de tipo normativa. Otra forma de participación del sector privado puede ser a través de la reprogramación de actividades industriales cuidando de no incrementar la demanda en horarios de punta, o la activación de manera programada, del parque actual de equipos de emergencia que tienen varias industrias e instituciones, las cuales podrían eventualmente autoabastecerse de energía en horario crítico; así se reduciría en algunas decenas de megawatts la demanda, lo que puede significar un aporte valioso a la seguridad del sistema. Obviamente habrá que discutir las formas de relacionamiento y, esto implica que se trabaje en un plan de emergencia consensuado con el sector privado donde las empresas distribuidoras jueguen un rol líder.
Planificación Adecuada del Sector Eléctrico. La actual situación muestra que a pesar de todos los esfuerzos hechos hasta aquí, la planificación del sector eléctrico aún debe mejorarse. Los grandes planes y los mega proyectos de miles de megawatts destinados a dar un salto cualitativo en el sector, no deben apantallar y soslayar las necesidades internas de electricidad del país. Por otro lado la necesidad de contar con planes de contingencia es vital, tal como se ha demostrado ahora, cuando el retraso en el ingreso de Guaracachi con 80 MW en el SIN nos coloca al borde de la crisis.
No es con anuncios que aparecen las reservas de electricidad. Es necesario un proceso cuidadoso de planificación, amplio, participativo y con los actores relevantes, el que apuntalará los conceptos de generación distribuida, seguridad energética, confiabilidad y economía.
De no tomarse acciones coordinadas es previsible qué, una vez más los ajustes de la crisis de suministro de electricidad vuelvan a afectar a los menos favorecidos: los pobres de los barrios marginales de las ciudades, los pequeños poblados de las áreas rurales, las comunidades recientemente beneficiadas con proyectos de electrificación rural, generando un contexto quizás involuntario, pero de inequidad e injusticia real.
Cochabamba, Junio de 2011